....Eran de diversos colores, el florero era una enorme pecera en donde lo único que faltaban eran peces. Las flores tenían diferentes largos, unas de tallo grueso y otras con hojas; el follaje era bueno y de un bello verde oscuro.
Las flores de diferentes tamaños eran hermosas, a cada momento se iba llenando la pecera de ellas.
Nunca supe por quién fueron puestas, ni tampoco por qué razón, lo último que vi fue a mi hermano con un enorme ramo de flores azules, llegó y las acomodó de una por una dentro del florero-pecera.
Se veían hermosas, el nicho en el que estaban realmente era preciso para ese adorno aunque un poco raro para estar en una oficina de un banco.
La tarjeta no servía, había que sacar dinero pero el tiempo apremiaba.
Vaya situación.
Las flores de diferentes tamaños eran hermosas, a cada momento se iba llenando la pecera de ellas.
Nunca supe por quién fueron puestas, ni tampoco por qué razón, lo último que vi fue a mi hermano con un enorme ramo de flores azules, llegó y las acomodó de una por una dentro del florero-pecera.
Se veían hermosas, el nicho en el que estaban realmente era preciso para ese adorno aunque un poco raro para estar en una oficina de un banco.
La tarjeta no servía, había que sacar dinero pero el tiempo apremiaba.
Vaya situación.
3 comentarios:
Siepre hay tiempo para apreciar lo bello, pese a lo apremiante de la cotidianeidad.
Respondiendo al comment que dejaste en mi último post (y que amablemente responderé allá en cuando haya hecho la siguiente publicación, siguiendo mi costumbre), le caigo al terruño cuando me invites...y eso será...?
Saludos Enfermos.
Pinches floreros cuando uno los ocupa nunca funcionan.
¿Pos de qué hablas güerca?
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