ANGEL O DEMONIO (PARTE FINAL)

Para ese entonces todo se estaba olvidando en mi mente solo que eras el único en el podría confiar de ahí en adelante. Así fue que al llegar a la oficina de permisos, fuiste conmigo te formaste mientras yo preguntaba algunos detalles.

Cuando llegué a ti, otra vez había sorpresas, tu jefe te había llamado y tendrías que partir pues tu jefe te necesitaba de urgencia.Mi pesar fue maýúsculo al verte partir y dejarme sola en ese mar de gente de todas partes del mundo buscando el mismo objetivo mío, ingresar a los Estados Unidos. De solo pensar que ya no regresarías hacía que mi estómago se revolviera, ya que por consecuencia al terminar el proceso de documentación tendría que afrontar otro dilema:  El camino de regreso seguía igual de negro, mi terror afloraría una vez más, las muertes de esas pobres mujeres sucedían en otros lados pero ahí en ese puente eran arrojados sus cuerpos inertes a altas horas de la noche.      Esa hora estaba llegando y no sabía como regresar sana y salva al hotel. En esos momentos no sabría que hacer.

Las horas se hacían interminables y mis manos sudaban, mi mente iba y venía buscando una solución sin embargo las filas no caminaban y por lo tanto no llegaban a mi turno. El tiempo pasó lento y agonizante.

Mi estancia en la fila fue infinita más no así mi estancia con el agente que me daría el permiso así que tan pronto como le expliqué mi caso, me lo dió, era un agente de color y se portó tan humano que por un segundo se me olvidaron mis futuros problemas. Al apartarme del mostrador mi mente se disipó pero, y acaso me quedaría ahí?

Noo claro que no!

Al pensar que tu ya no estabas y tendría que regresar sola mi mirada se sumió en el piso pensando como le haría para regresar sin embargo alcancé a escuchar mi nombre y al subir la mirada te vi llegando, ibas caminando apresuradamente hacia mi; tu chaqueta volaba a tus costados,tu texana la traías en una mano y al verme tu estado de preocupación se borró de tu taciturna faz; esta vez mi felicidad fue al clímax, el solo tener tu presencia junto a mi nuevamente, se me olvidó al instante toda aquella repugnancia que en algún momento sentí hacia ti. Corrí a tus brazos y me abalancé sobre ti; tu me tomaste y al levantarme en vilo, las vueltas no se hicieron esperar; me cuestionaste sobre el permiso, me felicitaste, y partimos de regreso. Tus palabras de aliento fueron precisas, tu jefe había olvidado a donde te había mandado y al verte de regreso, preocupado y saber donde estabas se olvidó de su urgencia y te mandó de regreso conmigo en carácter de extrema urgencia. No dejaría que me

pasara nada pues su palabra valía y se la había dado a mi supuesto padre.

La vuelta al hotel fue llena de plática, más de tu parte que de la mía pero yo estaba feliz  y agradecida en  mi interior porque a pesar de todos mis juicios hacia ti, siempre te comportaste como todo un

caballero junto a mi.

Cuando llegamos al hotel les agradecí a ti, a tu jefe y al gerente del hotel que esperaban ansiosos el saber el resultado de mi petición, los cuales al saber que era positivo se alegraron, me felicitaron y se retiraron a sus asuntos. Yo me fui a mi cuarto y al día siguiente ya tenías la orden de llevarme a Laredo a tomar mi autobús con rumbo al Este de los Estados Unidos.

Mi viaje hacia el Este fue también pletórico de aventura, sin embargo  a ti siempre te recordaré como el guarura  del jefe, aunque para mi en esos cruciales momentos de mi existencia fuiste MI ANGEL.

Mi viaje al Este?

Oh! sí que lo recuerdo , un día te contaré de él...........