NESSUN DORMA

Esta noche no puedo dormir, sin embargo debo hacerlo; mis extremidades
están heladas y mis manos aunque están a una temperatura ambiente el
frío recorre mi espina dorsal, la razón de estar despierta es por que
hablo con el amigo que hice unos meses apenas. Su conversación me gusta,
me hace sentir agusto y no pierdo la oportunidad de entablar conversación
con él. sin embargo la temperatura sigue disminuyendo, la casa está
callada y la oscuridad hace presa del ambiente como si fuera boca de lobo
comiéndose a su presa.
Acurrucada en el mullido sofá mi conversación se alarga y sin darme cuenta
el tiempo pasa, suenan las doce campanadas de un templo cercano y mi
cuerpo se estremece, el escalofrío vuelve y me empiezo a inquietar.
Sigo escribiendo y concentrada pero a la vez a la expectativa, siento un
leve aire en mi hombro derecho, mi cara se hela al sentirlo pero logro
seguir la escritura.
Vuelvo a sentirlo pero esta vez más fuerte, más caliente y no consigo
moverme el miedo se apodera de mi, mis manos empiezan a sudar frío.
Qué hago?
Mi pensamiento se pone en blanco dejo de escribir y me quedo paralizada
ahora siento una cabeza en mi hombro, es pesada, cada vez pesa más, es
aterradoramente horrible esta situación, no me puedo mover es difícil.
Siento que mis lagrimales se abren y dejan caer borbotones de agua salada.
Mis cuerdas vocales están tiesas, no logro emitir sonido alguno, mis
labios están petrificados y estoy a punto de la histeria. Una histeria interna
que me está destrozando por dentro.

Cuánto tiempo ha pasado? No sé, no logro ver la hora en el ordenador, mis
ojos están nublados, pero el tiempo ha sido suficiente para alocar a mi
asustadizo corazón.
El peso disminuye, el aliento se disuelve en el ambiente y mi cuerpo se
destensa, sin embargo no puedo moverme mis piernas están tullidas por el
frío y no quiero salir de la habitación.

Mis ojos están cansados de tanto llanto, no logran abrirse, el esfuerzo y
el cansancio es tal que he olvidado la conversación, dejo el ordenador
cerca de mi y apenas puedo arrellanarme aún más en el sofá, cierro los
ojos trato de no pensar en lo ocurrido, sin embargo; mi corazón está tratando de calmar ese cada vez más desbocado latido, necesito estar tranquila.
El ambiente se siente menos pesado. Por fin mis ojos se cierran, el frío
sigue siendo extremo y logro taparme la espalda con una ligera frazada
que alcancé antes del incidente. Al mismo tiempo a lo lejos alcanzo a
escuchar unas vocecillas que gritan y rien.

El día se hizo, me debo
levantar e irme a trabajar.

Nadie duerma, nadie duerma!!!

Un par de semanas más estoy segura me hallaré en el mismo lugar, pero
la situación no será la misma.

Esta vez no le daré poder.