Ayer fue un día muy singular, ya que en vez de dar mis clases como normalmente lo hago, apliqué un examen de conocimiento a los niños de sexto grado.
Regularmente los niños están inquietos pero hoy al entrar al salón, sus caras eran de incertidumbre. el salón olía a tumba, había un silencio sepulcral si acaso se oía un ligero chirriar de sillas que al moverlas soltaban un penoso lamento.
Abro el paquete de exámenes, doy las instrucciones de llenado, los reparto y comienza la función.
Cada niño tiene una diferente muestra de ansiedad y preocupación, unos con rosario al cuello lo único que hacen es persignarse, besar la cruz y empezar; otros tiran gomas para ver si ahí aparece la respuesta, otros me miran buscando en mi cara la respuesta, a otros les dió gripa repentina, otros prefieren ir al baño pues los nervios les atosiga la vejiga.
Claramente puedo ver quienes saben y quiénes no, quiénes vienen descansados y quiénes la TV, el nervio y otros factores no los dejaron descansar.
Es tedioso pero deben terminar, están contrareloj. Sus cerebros están trabajando a mil por hora. Sus ojos suben y bajan en la lectura que en ocasiones es comprendida y en ocasiones solo se presta para enredar más al alumno y no encuentre la respuesta correcta.
Hasta ese momento todo estaba tranquilo pues el chillar de unas tripas rompe el silencio y todos sueltan las carcajadas, dos minutos después dan el toque de recreo, deben salir a almorzar.
Al entrar al salón de nuevo, veo que las caras han mejorado, ya tienen el estómago lleno y ahora serán capaces de olvidar que están en un examen y harán una algarabía, buscarán copiar, buscarán terminar lo mas pronto posible pues su interés ha cambiado y mucho.
La mayoría ha entregado el examen, les pido que firme de entregado, cuento los exámenes, los pongo en orden y espero un poco más para que los dos últimos niños terminen y poder retirarnos.
15 minutos después el tiempo expira y todos salen, se van, el salón que hace unas horas estaba lleno de ansiedad ahora respira tranquilo.
UN DÍA MÁS!
En Junio les darán sus resultados!!
4 comentarios:
Que horror! odio los exámenes. Por mi que no existieran es bastante suplicio.
Supongo que de alguna forma los profesores deben saber que tanto han aprendido los niños pero creo que sería mejor un nuevo plan de estudios. Uno que busque el mejoramiento de la enseñanza de los niños y no presionarlos para ver que tanto han aprendido.
A mi esos exámenes sirven para una sola cosa: Nada.
Beso Gaviotica.
ufff mi dias en el cole, era una tortura las pruebas, y peor cuando eran oral...
y por que en Junio?
tanto tiempo?...
en fin.
saludos!
Malque: Yo decía lo mismo hasta que me inmiscuyeron en eso.
Carlos:Esas pruebas sirven para dos cosas: Darles un lugar a los chicos en la secundaria y para evaluar a los maestros en cuanto al nivel educativo que se les proporciona al alumnado.
Les vuelven a hacer otro examen que dura otras cuatro horas pero este más cercano al término del ciclo para hacer un comparativo de resultados entre los dos exámenes por eso el resultado final es hasta Junio.
Pobres niños, ahora ya es así el sistema, al menos aquí en el terruño.
como han cambiado las cosas caray!!! antes al ticher no le importaba tu estado d animo jejeje ellos solo adoraban su lapicero d color rojo grrrrr !!! maldita realidad jajaja saludos...
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