Las tibias sábanas bajaron de la cama, esa mañana me sentí feliz. Por fin la temperatura había bajado y debía hacer muchas cosas. La primera era arreglar todos mis asuntos financieros que se habían quedado estancados por casi una semana. la segunda era buscarte, decirte que es hora que no puedo sacarte de mi vida, que sigues impregnado a mi piel, y que en esos días TU estuviste pensando en mi, no de la misma manera que hacía unos meses.
Sin embargo, las cosas no son como antes, aunque así lo parezcan, ahora le busco a él, él es mi objetivo y si en ello me va la vida con gusto yo la daré.
Eso decía mi madre de un inédito pasaje de su vida juvenil, eso me decía, mientras mis hábiles manos cortaban las zanahorias, el apio y las papas, para el caldo de pescado.
Ella limpiaba las truchas que un día antes habíamos comprado en el mercado.
Mi atención estaba en sus palabras, mi atención estaba en aquella increíble coincidencia....
7 comentarios:
Aquí en Perú a ése caldo de pescado le llamamos "chilcano" y se hace con cabezas de pescado. Qué bueno que retomes la vida con entusiasmo
¿Coincidencia contigo y tu mamá?.
Besos Gaviotica.
Espero que después de pasarnos la vida buscandonos unos a otros, por fin nos encontremos.
Un abrazo :)
Mmmmmmm!!!!!!!! Caldo de pescaaaaaado......
soy re fan del caldo de pescado!
:D
pues q todo sea alegria desde hoy
Suena a un caldo lleno de coincidencias, probablemente con un sabor a sabiduría..
Un abrazo!
¿Coincidencia?, ¿de tener una historia similar a la de tu madre?. Me perdi en eso, peeeeero dejame decirte que ufffff.. hasta suspiré porque eso del amor que te deja tatuada la piel y es él al único que buscas encontrar es tan lindo, y pensar que una vez que lo tienes enfrente eres hasta capaz de negar lo necesario que es para que tu corazón se alborote.
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