Ocho disparos rasgaron el silencio de la noche, fueron tan fuertes
que los perros empezaron a aullar, el ulular de las sirenas se demoró
solo unos minutos antes de que el helicóptero de la policía hiciera
su aparición.
Los sicarios habían cobrado una víctima más, esta vez había sido cerca
de casa, el escándalo fue tremendo, mi mente solo pudo pensar en un
vil secuestro o la masacre de personas entre ellas víctimas
inocentes que pasaban por el lugar de los hechos.
Esa madrugada los grillos aceitaron sus violines, los afinaron muy
bien y tocaron su mejor rapsodia para el amigo de amigos.
EL GRILLO había muerto, sicario y narcotraficante lo balearon al salir
de su casa, su esposa yacía en el piso con el cuerpo inerte y lleno de
sangre del vil hombre que la perra vida le había dado por esposo y que
para ella había sido el mejor de los hombres.
Su GRILLO había dejado de tocar melodías para ella.
Las últimas horas de la madrugada se tornaron en un sepulcral silencio,
todo había terminado en ese momento.
"ESTOY BUSCANDO UNA ESCAFANDRA AL PIE DEL MAR DE LOS DELIRIOS"............... "QUIEN FUERA EL BATISCAFO DE TU ABISMO, QUIEN FUERA EXPLORADOR"
Las playas de los mundos infinitos, la sonrisa
de los niños.
Sé parte de la escafandra!
jueves, 30 de septiembre de 2010
sábado, 25 de septiembre de 2010
Por una mirada!!
miércoles, 15 de septiembre de 2010
MI PLAYA
La caminata por la playa estaba siendo muy divertida, recorrer varios metros de playa virgen fue el plan y caminar por entre los peñascos con los pies descalzos resultaba relajante después de varios días de estar bajo tensión.
El agua cristalina que llegaba en suaves olas acariciando la arena dorada, llamaba fuertemente mi atención ya que no a mucha distancia de ahí el agua embravecida chocaba sus orillas contra la base de los peñascos por donde caminábamos. Mi compañía no era muy nítida, eran varias personas dos adultos y varios niños y a pesar de no ver sus caras con claridad su presencia era agradable para mi.
El fondo marino no se constituía muy profundo sin embargo era extremadamente transparente y de un color azul claro intenso, tan real y tan bello que atraía la vista de cualquiera.
Había gente bañándose en la orilla y cada quien gozaba del agua a su manera pero la diversión era verdadera.
Mis pies siguieron su recorrido y en cuestión de instantes mi panorama había cambiado por completo ahora mis pisadas se sumergían en terreno lodoso a la rivera de un río crecido por las constantes lluvias acaecidas unos días antes, aún así la gente se bañaba en sus aguas y la diversión era tanta que en un momento preciso sentí la necesidad de unirme a ellos. Pero mis pies me urgían a seguir caminando, y aunque mis pasos eran lentos por el lodo, tratamos de salir lo más pronto posible del lodazal y proseguimos nuestro camino. Los árboles en su mayoría sabinos de gran antiguedad nos obsequiaban una fresca sombra pero pronto terminarían de forma abrupta, pues mi panorama volvía a cambiar y la vista que se presentaba a mis ojos en ese momento fue sorprendente, una vez más estaba en la playa pero ésta vez era diferente hora, mis pasos nos guiaron abajo de un gran puente en donde la gente estaba pletórica de alegría los niños iban y venían chapoteando en el agua y la gente grande los cuidaba. El color del agua en este lugar era muy diferente, se veía algo turbia y de un color verdoso, resultado de las grandes cantidades de cobre en el lecho marino, sin embargo el fondo se veía claramente pues a no pocos metros de ahí alcancé a observar a un pequeño elefante que cubría su cabeza con una olla vieja y desvencijada en la cual habiendo encontrado algo de comida se atoró y en un desesperado esfuerzo por sacarsela, había llegado a las orilla del mar y chapoteando a forma de sacudidas se alcanzaban a ver sus enormes patas a través del agua.
Un poco más allá se alcanzaba a ver una gran mantaraya,una enorme mantaraya que abanicaba sus aletas cubriendo a varios niños que se encontraban cerca,realmente no supe si los estaba protegiendo o los estaba cazando, aún cuando estaba muy a la orilla se alcanzaba a ver toda su envergadura y su belleza natural.
Al voltear a comentar algo con el hombre y los niños que me estaban acompañando en mi larga travesía, ésta había desaparecido de un momento a otro y jamás supe quienes eran.
A esas alturas de la aventura el aire se había enrarecido y la temperatura había descendido considerablemente, en esos momentos estaba sucediendo un eclipse, un bello eclipse en la playa.....
Después de mucho tiempo sigo recordando esa vivencia; mis andadas por esos lugares fueron de lo más significativo para mí en estas épocas y jamás mis sentidos olvidarán la sensación y colorido tan bello de aquellos lugares.
El agua cristalina que llegaba en suaves olas acariciando la arena dorada, llamaba fuertemente mi atención ya que no a mucha distancia de ahí el agua embravecida chocaba sus orillas contra la base de los peñascos por donde caminábamos. Mi compañía no era muy nítida, eran varias personas dos adultos y varios niños y a pesar de no ver sus caras con claridad su presencia era agradable para mi.
El fondo marino no se constituía muy profundo sin embargo era extremadamente transparente y de un color azul claro intenso, tan real y tan bello que atraía la vista de cualquiera.
Había gente bañándose en la orilla y cada quien gozaba del agua a su manera pero la diversión era verdadera.
Mis pies siguieron su recorrido y en cuestión de instantes mi panorama había cambiado por completo ahora mis pisadas se sumergían en terreno lodoso a la rivera de un río crecido por las constantes lluvias acaecidas unos días antes, aún así la gente se bañaba en sus aguas y la diversión era tanta que en un momento preciso sentí la necesidad de unirme a ellos. Pero mis pies me urgían a seguir caminando, y aunque mis pasos eran lentos por el lodo, tratamos de salir lo más pronto posible del lodazal y proseguimos nuestro camino. Los árboles en su mayoría sabinos de gran antiguedad nos obsequiaban una fresca sombra pero pronto terminarían de forma abrupta, pues mi panorama volvía a cambiar y la vista que se presentaba a mis ojos en ese momento fue sorprendente, una vez más estaba en la playa pero ésta vez era diferente hora, mis pasos nos guiaron abajo de un gran puente en donde la gente estaba pletórica de alegría los niños iban y venían chapoteando en el agua y la gente grande los cuidaba. El color del agua en este lugar era muy diferente, se veía algo turbia y de un color verdoso, resultado de las grandes cantidades de cobre en el lecho marino, sin embargo el fondo se veía claramente pues a no pocos metros de ahí alcancé a observar a un pequeño elefante que cubría su cabeza con una olla vieja y desvencijada en la cual habiendo encontrado algo de comida se atoró y en un desesperado esfuerzo por sacarsela, había llegado a las orilla del mar y chapoteando a forma de sacudidas se alcanzaban a ver sus enormes patas a través del agua.
Un poco más allá se alcanzaba a ver una gran mantaraya,una enorme mantaraya que abanicaba sus aletas cubriendo a varios niños que se encontraban cerca,realmente no supe si los estaba protegiendo o los estaba cazando, aún cuando estaba muy a la orilla se alcanzaba a ver toda su envergadura y su belleza natural.
Al voltear a comentar algo con el hombre y los niños que me estaban acompañando en mi larga travesía, ésta había desaparecido de un momento a otro y jamás supe quienes eran.
A esas alturas de la aventura el aire se había enrarecido y la temperatura había descendido considerablemente, en esos momentos estaba sucediendo un eclipse, un bello eclipse en la playa.....
Después de mucho tiempo sigo recordando esa vivencia; mis andadas por esos lugares fueron de lo más significativo para mí en estas épocas y jamás mis sentidos olvidarán la sensación y colorido tan bello de aquellos lugares.
martes, 7 de septiembre de 2010
CUANDO CREES....
Que todo va viento en popa, algo se está fraguando en las calderas para hacerte naufragar, últimamente mi vida es de lo más tranquila, bueno a excepción de algunos altibajos amorosos que he ido superando a fuerza de ir contracorriente, aún así me está yendo muy bien sin embargo el aire se siente denso y cuando eso pasa, mis vaticinios respecto a mi futuro son casi predecibles turnándose a escabrosos.
Espero que mi sobrante de paciencia y buen tino que ahora me acompaña sepa dar en el punto exacto del timón y llevar mi batiscafo a mejores aguas.
Las oportunidades se están haciendo llegar como banco de pececillos multicolores en los cuales sin pensarlo mucho trato de meter mi red para agarrar al más brillante, esperando no con ésta acción impulsada por una necesidad de espacio y solitaria libertad me sobrevenga un tsunami de erróneas decisiones.
Mantendré mi vista fija en la mirilla y tomaré sólo lo que me corresponde, eso y sólo eso.
Aunque sé que en esa red estarás tú, el enorme pez que tendré que soltar nuevamente porque todavía no estás listo para ser devorado por el compromiso y el deber.
Espero que mi sobrante de paciencia y buen tino que ahora me acompaña sepa dar en el punto exacto del timón y llevar mi batiscafo a mejores aguas.
Las oportunidades se están haciendo llegar como banco de pececillos multicolores en los cuales sin pensarlo mucho trato de meter mi red para agarrar al más brillante, esperando no con ésta acción impulsada por una necesidad de espacio y solitaria libertad me sobrevenga un tsunami de erróneas decisiones.
Mantendré mi vista fija en la mirilla y tomaré sólo lo que me corresponde, eso y sólo eso.
Aunque sé que en esa red estarás tú, el enorme pez que tendré que soltar nuevamente porque todavía no estás listo para ser devorado por el compromiso y el deber.
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