Las playas de los mundos infinitos, la sonrisa
de los niños.



Sé parte de la escafandra!

sábado, 22 de mayo de 2010

EPÍSTAXIS

A las cuatro y media de la mañana alcanzo a escuchar a mi madre que grita: Ven pronto! No le puedo parar la sangre...
Esas palabras entran en mi cabeza, hacen eco y me levanto de un jalón. Me visto y salgo apresurada; el rastro de sangre me lleva directo al lugar, ahí está el niño, con la cabeza inclinada hacia atrás lleno de sangre por todos lados, el pasillo luce tétrico porque en su loca carrera por llegar con su abuela regó el vital líquido por todas partes.
Una de mis sensiblerías es el olor de la sangre, una vez que éste llega a mi cerebro éste manda la orden y mi cuerpo se paraliza cayendo en profundo desmayo.Pero esta vez es diferente, al verlo corro y de inmediato le pongo mis dedos en su nariz, la aprieto con ganas, el niño está débil pues ya tiene rato sangrando, le pido hielo a mi madre, y se lo paso a lo largo de la nariz.
Las ropas del niño están impregnadas del líquido rojizo y cuando menos acuerdo el olor empieza a llegarme, mi cerebro debe ser fuerte,esta vez no pasará.....


La sangre ha sido controlada, limpio al niño mientras mi madre limpia el piso, nuevamente el olor vuelve a llegar, mi cerebro debe ser fuerte, tampoco esta vez debe pasar........



Tengo sueño mucho sueño, pero el día se ha hecho ya..

4 comentarios:

Pollo Zombie dijo...

hay ocasiones en las que ayudar a alguien te ayuda en contra de tus miedos, y esta vez paso algo bueno

:D

chachin dijo...

es interesante como algo tan simple se puede convertir en algo tan dramático. De niño siempre me sangraba la nariz, ya era algo de rutina jaja

ѕocιaѕ dijo...

No lo puedo creer, a penas leí esa parte de la sangre y me dio como miedo y tristeza y me asuste feo.. gracias a Dios no paso a mayores creí que era algún accidente o bueno olvidalo.. fijate que justo hace poco hablaba con mi madre del caos o paranoia que sentiré cuando este enfrentando un momento donde requieran mi ayuda y tenga que a fuerzas superar un miedo..
creo que por algo natural sabemos controlarnos, y finalmente hasta después nos cae el veinte de eso..

saludos amiga

Sender Eleven dijo...

Yo tambien soy muy sangròn.