Tengo mucho hipo!
Sabes algún remedio casero?
NOTA:El mejor remedio será publicado para complementar mi post ya que todos los probaré....
AAAAHh!! y será recomendado para todo mundo...
Pues bien, después de ocho muy buenos comentarios y después de probarlos tooodos, aunque el de Xhabira es hora que no lo termino y ya hasta me dió gripa de tanto mojarme los pies, he llegado a una buena conclusión.
Me quedo con el remedio del gansipapas, es muuy bueno y me gustó mucho. Se me quitó el hipo y quedé muy contenta con el resultado.=P
Naaaa!
El remedio de ANDREA y el de LAS SOCIAS fue el mejor, el darle un susto a una persona hace que se vaya el hipo de inmediato, el por qué, no lo sé, sólo le puedo decir gracias al Pollo Zombie que fue quien me dió tremendo susto.
Nos vemos en el próximo post!
"ESTOY BUSCANDO UNA ESCAFANDRA AL PIE DEL MAR DE LOS DELIRIOS"............... "QUIEN FUERA EL BATISCAFO DE TU ABISMO, QUIEN FUERA EXPLORADOR"
Las playas de los mundos infinitos, la sonrisa
de los niños.
Sé parte de la escafandra!
miércoles, 26 de mayo de 2010
sábado, 22 de mayo de 2010
EPÍSTAXIS
A las cuatro y media de la mañana alcanzo a escuchar a mi madre que grita: Ven pronto! No le puedo parar la sangre...
Esas palabras entran en mi cabeza, hacen eco y me levanto de un jalón. Me visto y salgo apresurada; el rastro de sangre me lleva directo al lugar, ahí está el niño, con la cabeza inclinada hacia atrás lleno de sangre por todos lados, el pasillo luce tétrico porque en su loca carrera por llegar con su abuela regó el vital líquido por todas partes.
Una de mis sensiblerías es el olor de la sangre, una vez que éste llega a mi cerebro éste manda la orden y mi cuerpo se paraliza cayendo en profundo desmayo.Pero esta vez es diferente, al verlo corro y de inmediato le pongo mis dedos en su nariz, la aprieto con ganas, el niño está débil pues ya tiene rato sangrando, le pido hielo a mi madre, y se lo paso a lo largo de la nariz.
Las ropas del niño están impregnadas del líquido rojizo y cuando menos acuerdo el olor empieza a llegarme, mi cerebro debe ser fuerte,esta vez no pasará.....
La sangre ha sido controlada, limpio al niño mientras mi madre limpia el piso, nuevamente el olor vuelve a llegar, mi cerebro debe ser fuerte, tampoco esta vez debe pasar........
Tengo sueño mucho sueño, pero el día se ha hecho ya..
Esas palabras entran en mi cabeza, hacen eco y me levanto de un jalón. Me visto y salgo apresurada; el rastro de sangre me lleva directo al lugar, ahí está el niño, con la cabeza inclinada hacia atrás lleno de sangre por todos lados, el pasillo luce tétrico porque en su loca carrera por llegar con su abuela regó el vital líquido por todas partes.
Una de mis sensiblerías es el olor de la sangre, una vez que éste llega a mi cerebro éste manda la orden y mi cuerpo se paraliza cayendo en profundo desmayo.Pero esta vez es diferente, al verlo corro y de inmediato le pongo mis dedos en su nariz, la aprieto con ganas, el niño está débil pues ya tiene rato sangrando, le pido hielo a mi madre, y se lo paso a lo largo de la nariz.
Las ropas del niño están impregnadas del líquido rojizo y cuando menos acuerdo el olor empieza a llegarme, mi cerebro debe ser fuerte,esta vez no pasará.....
La sangre ha sido controlada, limpio al niño mientras mi madre limpia el piso, nuevamente el olor vuelve a llegar, mi cerebro debe ser fuerte, tampoco esta vez debe pasar........
Tengo sueño mucho sueño, pero el día se ha hecho ya..
jueves, 13 de mayo de 2010
SUEÑOS DE VERANO EN INDI (PARTE IV)
A lo lejos se escuchó el fuerte sonido emitido por la cornamenta de algún animal, las puertas se fueron abriendo y entramos.El ambiente se sentía como al principio, mis ropas seguian siendo las ropas de aquella ahora lastimosa mujer herida en su amor propio por los soldados del rey, que la habían despreciado por llevarse consigo a una invitada.
Caminamos directo a los aposentos del rey, cuando entramos pude ver como su cara sombría y su gesto adusto por la situación imperante en el castillo, se suavizaba de sólo verme; se incorporó rápidamente y abrió sus fuertes y musculosos brazos cubiertos con finas telas bordadas en jaquares de oriente para ir y abrazarme. Sentí su abrazo tan cálido como si en él, le fuera toda la vida. Me había encontrado, o había encontrado a su hija?
Algo sucedió, me hicieron meterme a un tibio baño de olorosos aceites que penetraban en mi lacerado cuerpo. Me vistieron con las mejores galas de aquella desafortunada mujer y me cepillaron el cabello, ahí fue cuando mi mente se iluminó y pude ver claramente al espejo que yo era ella, el parecido era con ella. Y él, él...
No le había vuelto a ver, me deshice de toda aquellas manos que me arreglaban con tanto esmero como si en ello les fuera la cabeza. Corrí por todos los pasillos, buscando, buscando sin encontrar lo que realmente buscaba.
Cuando por fin encontré su habitación, era demasiado tarde, estaba vacía, se había ido pero a dónde? que sucedía?
Las doncellas por fin me dieron alcance y me llevaron de vuelta a mi habitación, terminaron su trabajo, prosiguieron por último a hacer ese fino trabajo en mis manos, sus manos ágiles llevaban el pincel de la pintura a mi mano haciendo delicados trazos logrando dejar una obra de arte en cada una de mis extremidades.
Por fin, exhaustas me levantaron cuidadosamente me arreglaron la vestimenta y me hicieron caminar entre ellas; me llevaban muy bien resguardada, entramos al gran salón, mis amigos estaban ahí, me sonreían asombrados pero felices.Todo el gran poder estaba ahí reunido, me veían complacidos de tenerme entre ellos, al final del pasillo y frente al rey estaba él, el hombre en el hueco del árbol, ataviado con las más finas ropas, volteó lentamente hacía mi y por fin pude verle la cara, era él, era su cara. y yo.....
Yo sería su esposa.
Caminamos directo a los aposentos del rey, cuando entramos pude ver como su cara sombría y su gesto adusto por la situación imperante en el castillo, se suavizaba de sólo verme; se incorporó rápidamente y abrió sus fuertes y musculosos brazos cubiertos con finas telas bordadas en jaquares de oriente para ir y abrazarme. Sentí su abrazo tan cálido como si en él, le fuera toda la vida. Me había encontrado, o había encontrado a su hija?
Algo sucedió, me hicieron meterme a un tibio baño de olorosos aceites que penetraban en mi lacerado cuerpo. Me vistieron con las mejores galas de aquella desafortunada mujer y me cepillaron el cabello, ahí fue cuando mi mente se iluminó y pude ver claramente al espejo que yo era ella, el parecido era con ella. Y él, él...
No le había vuelto a ver, me deshice de toda aquellas manos que me arreglaban con tanto esmero como si en ello les fuera la cabeza. Corrí por todos los pasillos, buscando, buscando sin encontrar lo que realmente buscaba.
Cuando por fin encontré su habitación, era demasiado tarde, estaba vacía, se había ido pero a dónde? que sucedía?
Las doncellas por fin me dieron alcance y me llevaron de vuelta a mi habitación, terminaron su trabajo, prosiguieron por último a hacer ese fino trabajo en mis manos, sus manos ágiles llevaban el pincel de la pintura a mi mano haciendo delicados trazos logrando dejar una obra de arte en cada una de mis extremidades.
Por fin, exhaustas me levantaron cuidadosamente me arreglaron la vestimenta y me hicieron caminar entre ellas; me llevaban muy bien resguardada, entramos al gran salón, mis amigos estaban ahí, me sonreían asombrados pero felices.Todo el gran poder estaba ahí reunido, me veían complacidos de tenerme entre ellos, al final del pasillo y frente al rey estaba él, el hombre en el hueco del árbol, ataviado con las más finas ropas, volteó lentamente hacía mi y por fin pude verle la cara, era él, era su cara. y yo.....
Yo sería su esposa.
miércoles, 12 de mayo de 2010
SUEÑOS DE VERANO EN INDI (PARTE III)
NO pude más mi incapacidad por recordar y mi ansiedad por irme al castillo hicieron presa fácil de mi cuerpo y mente y de un salto veloz y ágil alcancé el sendero opuesto por donde había llegado, ya más alejada de aquella situación, cambié mis andrajos por la ropa de aquella bella doncella y en aquel momento recapacité que la había dejado sin ropa alguna para cuando terminaran el acto sexual más erótico y fino que había yo presenciado en toda mi vida, pero acaso había presenciado más?
Mis pensamientos de alto nivel de lujuria hicieron que me ruborizara,corrí de regreso al lugar de los amantes para dejarle mis harapos a la pobre mujer que yacería desnuda buscando una solución al menudo problema que le había dejado.
Al llegar acelerada a aquel sitio vi con tremendo espanto que estaban rodeados, la amorosa situación antes presenciada ahora era una situación bochornosa y a la vez de extrema vigilancia.
Los soldados del rey habían ido a buscarles, ellos estaban apenados ante tanto soldado y lo menos que podían hacer era llorar desesperadamente por lo que estaban viviendo.
Uno de los soldados alcanzó a escuchar mis pisadas y de un rápido movimiento, alcanzó mi endeble brazo, aziéndolo fuertemente y llevando consigo de un salto hasta hacerme caer junto de los demás. Todos se sorprendieron de verme y al unísono soltaron un gemido de sorpresa que claro sentí, los hizo pensar un instante antes de proseguir, voltearon a ver a la chica desnuda, la dejaron por la paz y me tomaron a mi junto con el amante que notablemente confundido de un jalón tomó sus ropas y caminó junto al séquito que a una orden habían compuesto una formación infinitamente exacta de 4 por cuatro. Todos caminaban a la par sólo el amante y yo íbamos con paso más rápido pues no alcanzábamos a dar la zancada tan grande como ellos.
Mi cabeza daba vueltas, no sabía que sucedía, por qué me tomaron a mi y dejaron a la otra, a aquella mujer que su único delito había sido entregarse al hombre que parecía amaba con todo su corazón, algo sucedió, los soldados con su mutismo inquebrantable no respondían a ninguna de las cuestiones que yo les formulaba sin parar.
Caminamos sin detenernos por varias horas, mis piernas sentían desfallecer, pero había que caminar, el hombre también estaba exhausto, sin embargo no perdía en absoluto su aire apuesto y ahora sereno.Se le veía dubitativo, pensaba y volteaba conmigo, su rostro era un mar de expresiones hacia mi persona.Así transcurrieron varios minutos y por fin a lo lejos pude ver las grandes paredes de la fortaleza erguida sin que el más mínimo esfuerzo de
cualquier ola le hubiese hecho daño......
Mis pensamientos de alto nivel de lujuria hicieron que me ruborizara,corrí de regreso al lugar de los amantes para dejarle mis harapos a la pobre mujer que yacería desnuda buscando una solución al menudo problema que le había dejado.
Al llegar acelerada a aquel sitio vi con tremendo espanto que estaban rodeados, la amorosa situación antes presenciada ahora era una situación bochornosa y a la vez de extrema vigilancia.
Los soldados del rey habían ido a buscarles, ellos estaban apenados ante tanto soldado y lo menos que podían hacer era llorar desesperadamente por lo que estaban viviendo.
Uno de los soldados alcanzó a escuchar mis pisadas y de un rápido movimiento, alcanzó mi endeble brazo, aziéndolo fuertemente y llevando consigo de un salto hasta hacerme caer junto de los demás. Todos se sorprendieron de verme y al unísono soltaron un gemido de sorpresa que claro sentí, los hizo pensar un instante antes de proseguir, voltearon a ver a la chica desnuda, la dejaron por la paz y me tomaron a mi junto con el amante que notablemente confundido de un jalón tomó sus ropas y caminó junto al séquito que a una orden habían compuesto una formación infinitamente exacta de 4 por cuatro. Todos caminaban a la par sólo el amante y yo íbamos con paso más rápido pues no alcanzábamos a dar la zancada tan grande como ellos.
Mi cabeza daba vueltas, no sabía que sucedía, por qué me tomaron a mi y dejaron a la otra, a aquella mujer que su único delito había sido entregarse al hombre que parecía amaba con todo su corazón, algo sucedió, los soldados con su mutismo inquebrantable no respondían a ninguna de las cuestiones que yo les formulaba sin parar.
Caminamos sin detenernos por varias horas, mis piernas sentían desfallecer, pero había que caminar, el hombre también estaba exhausto, sin embargo no perdía en absoluto su aire apuesto y ahora sereno.Se le veía dubitativo, pensaba y volteaba conmigo, su rostro era un mar de expresiones hacia mi persona.Así transcurrieron varios minutos y por fin a lo lejos pude ver las grandes paredes de la fortaleza erguida sin que el más mínimo esfuerzo de
cualquier ola le hubiese hecho daño......
viernes, 7 de mayo de 2010
Sueños de Verano en Indi (parte II)
Las actividades seguían en el castillo que aunque habían tenido serios daños
las estructuras, seguían en pie, habían transcurrido varios días, el sol calentaba
la arena, y los preparativos habían vuelto a empezar, mi cuerpo flotaba bocabajo
en las arenas calizas de la playa, el tragar polvo no era mi fuerte, por lo que
mi cerebro pidió moverse. Mis elegantes ropas estaban hechas unos andrajos y al
desenpolvarme me di cuenta que estaba medio desnuda, rápidamente tapé mis verguenzas
con las dos manos y volteando para todos lados corrí a buscar refugio seguro donde
nadie viera mi dolor.
A lo lejos se veía una alameda con grandes árboles que unidos entre sus ramas tramaban un cobertizo y hacían de arco triunfal a un enorme sendero, corrí hacía ellos lo más rápido que pude pensando que me llevarían al castillo y de nuevo vería a la gente con quien había llegado. Mi mente obnubilada por la experiencia pasada, divagaba en las últimas palabras de mis amigos.
Cabizbaja y pensativa seguí por el sendero sin siquiera notar el rumbo que mis pies enteleridos seguían sin chistar. Fue un aire fresco el que me sacó de mis pensamientos y de pronto estaba ante un claro del bosque era un bello lugar, lleno de haces de luz que pasaban a través de los álamos y los cuales jugaban con las partículas de polvo que mis pies habían levantado al llegar a ese lugar.
Busqué un lugar adecuado para posar mi cuerpo y descansar pero el quebrar de la
hojarasca tirada en el suelo y el sonido de un fuerte gimoteo hizo que mi vista
buscara alrededor de todo aquel apasible sitio hasta encontrar de dónde provenía ese
particular sonido. Semicerré los ojos hasta dejarlos afilados y pude distinguir a media distancia un inmenso árbol con un hueco al medio suyo como si le hubiesen sacado las mismas entrañas para hacer de ese lugar un escondrijo de amor. Efectivamente dentro de la enorme cavidad yacían dos cuerpos en plena cópula, amándose el uno al otro, sus cuerpos jadeantes estaban en el clímax de aquel bello acto hecho por amor, que mi presencia fue pasada inadvertida por los sonidos ahogados que de ellos emanaban.
Ella vestía de amarillo y él de blanco combinado con caki, al menos eso pude distinguir ya que sus ropas extendidas en el suelo habían sacado el último álito de calor humano que en ellas pudo existir momentos antes.
La situación fue algo embarazosa, ya que yo sólo buscaba con qué cubrirme, por lo que cuidadosamente caminé, buscando a mi fino paso los lugares más limpios de hojas para no ser vista y mucho menos escuchada, ellos seguían en su febril locura, amándose, fundiéndose en un sólo calor. Siendo el uno del otro y logrando la perfecta unión al mismo instante en que yo tomaba las ropas de ella. Sin querer mi vista más curiosa aún pues podía sentir el aliento de los dos en el ambiente, tomó el rumbo de sus faces, mi sorpresa fue extrema al notar el parecido enorme a alguien conocida mía, pero al no recordar de inmediato la cara a quien me recordó decidí apartarme, ya a lo lejos volví la mirada por última vez a aquel improvisado lecho nupcial y le vi el cabello largo y negro atado con una suave cinta que empezaba a desamarrarse y a dejar suelta aquella mata de cabello crespo, él en su afán de tomarla hasta el clímax propio, la tomó de la cabeza y en un instinto felino
de sentirse observado volteó a mi último escondrijo, nos vimos, le ví esa cara morena, sus rasgos hindúes me hicieron recordar a alguien conocido mío.....
Esta historia seguirá continuando.......
las estructuras, seguían en pie, habían transcurrido varios días, el sol calentaba
la arena, y los preparativos habían vuelto a empezar, mi cuerpo flotaba bocabajo
en las arenas calizas de la playa, el tragar polvo no era mi fuerte, por lo que
mi cerebro pidió moverse. Mis elegantes ropas estaban hechas unos andrajos y al
desenpolvarme me di cuenta que estaba medio desnuda, rápidamente tapé mis verguenzas
con las dos manos y volteando para todos lados corrí a buscar refugio seguro donde
nadie viera mi dolor.
A lo lejos se veía una alameda con grandes árboles que unidos entre sus ramas tramaban un cobertizo y hacían de arco triunfal a un enorme sendero, corrí hacía ellos lo más rápido que pude pensando que me llevarían al castillo y de nuevo vería a la gente con quien había llegado. Mi mente obnubilada por la experiencia pasada, divagaba en las últimas palabras de mis amigos.
Cabizbaja y pensativa seguí por el sendero sin siquiera notar el rumbo que mis pies enteleridos seguían sin chistar. Fue un aire fresco el que me sacó de mis pensamientos y de pronto estaba ante un claro del bosque era un bello lugar, lleno de haces de luz que pasaban a través de los álamos y los cuales jugaban con las partículas de polvo que mis pies habían levantado al llegar a ese lugar.
Busqué un lugar adecuado para posar mi cuerpo y descansar pero el quebrar de la
hojarasca tirada en el suelo y el sonido de un fuerte gimoteo hizo que mi vista
buscara alrededor de todo aquel apasible sitio hasta encontrar de dónde provenía ese
particular sonido. Semicerré los ojos hasta dejarlos afilados y pude distinguir a media distancia un inmenso árbol con un hueco al medio suyo como si le hubiesen sacado las mismas entrañas para hacer de ese lugar un escondrijo de amor. Efectivamente dentro de la enorme cavidad yacían dos cuerpos en plena cópula, amándose el uno al otro, sus cuerpos jadeantes estaban en el clímax de aquel bello acto hecho por amor, que mi presencia fue pasada inadvertida por los sonidos ahogados que de ellos emanaban.
Ella vestía de amarillo y él de blanco combinado con caki, al menos eso pude distinguir ya que sus ropas extendidas en el suelo habían sacado el último álito de calor humano que en ellas pudo existir momentos antes.
La situación fue algo embarazosa, ya que yo sólo buscaba con qué cubrirme, por lo que cuidadosamente caminé, buscando a mi fino paso los lugares más limpios de hojas para no ser vista y mucho menos escuchada, ellos seguían en su febril locura, amándose, fundiéndose en un sólo calor. Siendo el uno del otro y logrando la perfecta unión al mismo instante en que yo tomaba las ropas de ella. Sin querer mi vista más curiosa aún pues podía sentir el aliento de los dos en el ambiente, tomó el rumbo de sus faces, mi sorpresa fue extrema al notar el parecido enorme a alguien conocida mía, pero al no recordar de inmediato la cara a quien me recordó decidí apartarme, ya a lo lejos volví la mirada por última vez a aquel improvisado lecho nupcial y le vi el cabello largo y negro atado con una suave cinta que empezaba a desamarrarse y a dejar suelta aquella mata de cabello crespo, él en su afán de tomarla hasta el clímax propio, la tomó de la cabeza y en un instinto felino
de sentirse observado volteó a mi último escondrijo, nos vimos, le ví esa cara morena, sus rasgos hindúes me hicieron recordar a alguien conocido mío.....
Esta historia seguirá continuando.......
miércoles, 5 de mayo de 2010
Sueños de verano en Indi (parte I)
Esa tarde la gente iba y venía por todo el castillo, los pasillos olían
a diferentes aromas, desde ricos y deliciosos panes recién horneados hasta
el exquisito aroma de flores recién traídas del oasis.
Nosotros debíamos subir rápidamente las escaleras a nuestras habitaciones
el camino había sido muy pesado y estábamos llegando tarde.
Las doncellas nos tenían todo preparado, entré a mi habitación buscando un
lugar donde desvestirme, me encontré un biombo precioso, con pinturas de
tiempos ancestrales todas hechas en una técnica un tanto desconocida para
mi, la madera con la que estaba hecho olía a viejo, a rancio pero tan fuerte
que impregnado a mi sensible olfato me hizo viajar a aquella época.....
Ahí estaba parada, buscando para donde ir, mi vestimenta era diferente y mis
maneras igual, algo gracioso frente a mi me hizo aplaudir y en ese momento
me dí cuenta del color y de la decoración de mis manos.
La ceremonia se había retardado por varias horas, la razón exacta no la sé,
pero mi ansiedad estaba a flor de piel, en ese momento pasó un sirviente
con una bandeja llena de extrañas y pequeñas vasijas que contenían un líquido
me ofreció uno con extrema amabilidad y al momento que la tomé sus ojos tomaron
un extraño brillo.
El líquido pasó por mi garganta quemándola y a la vez dejando en ella una
sensación de alivio pues la resequedad era intolerable ante aquellas altas
temperaturas.Me sentí feliz después del primer sorbo, así que al segundo empecé
a caminar disfrutando de mi extraña bebida y llegué a una amplia terraza,
había gente extraña, tan extraña que todos me veían con ojos de asombro; no
supe cual era su sorpresa, sólo caminé embelesada por el paisaje que me ofrecía
esa hermosa terraza, me acerqué al barandal más cercano y contemplé aquella
arboleda entre una espesa neblina, el aire fresco golpeaba mi cara entumecida
por el calor que me producía la embriagante bebida, mi éxtasis llegó al máximo
cuando la bebida causó en mi, los primeros estragos.
Volteé a todos lados por el griterío, veía como iban y venían con caras aterrori
zadas por algo que sucedía; mi visibilidad era casi nula, algo sucedía en mi
mente.
Veía como se atropellaban unos a otros y huían de algo.Cuando por fin pude volver
mi cabeza al punto de origen donde ellos miraban con terror; pude ver una
inmensa ola que estaba a punto de caer sobre mi endeble humanidad.
Mi cuerpo se tornó frágil y sentí como fue arrastrado y golpeado contra los
fuertes muros de la antigua fortaleza que protegía la ciudad de los embates de
la naturaleza.
Fui tragada por las olas, mi cuerpo estaba sumergido en el inmenso mar.....
Esta historia continuará................
a diferentes aromas, desde ricos y deliciosos panes recién horneados hasta
el exquisito aroma de flores recién traídas del oasis.
Nosotros debíamos subir rápidamente las escaleras a nuestras habitaciones
el camino había sido muy pesado y estábamos llegando tarde.
Las doncellas nos tenían todo preparado, entré a mi habitación buscando un
lugar donde desvestirme, me encontré un biombo precioso, con pinturas de
tiempos ancestrales todas hechas en una técnica un tanto desconocida para
mi, la madera con la que estaba hecho olía a viejo, a rancio pero tan fuerte
que impregnado a mi sensible olfato me hizo viajar a aquella época.....
Ahí estaba parada, buscando para donde ir, mi vestimenta era diferente y mis
maneras igual, algo gracioso frente a mi me hizo aplaudir y en ese momento
me dí cuenta del color y de la decoración de mis manos.
La ceremonia se había retardado por varias horas, la razón exacta no la sé,
pero mi ansiedad estaba a flor de piel, en ese momento pasó un sirviente
con una bandeja llena de extrañas y pequeñas vasijas que contenían un líquido
me ofreció uno con extrema amabilidad y al momento que la tomé sus ojos tomaron
un extraño brillo.
El líquido pasó por mi garganta quemándola y a la vez dejando en ella una
sensación de alivio pues la resequedad era intolerable ante aquellas altas
temperaturas.Me sentí feliz después del primer sorbo, así que al segundo empecé
a caminar disfrutando de mi extraña bebida y llegué a una amplia terraza,
había gente extraña, tan extraña que todos me veían con ojos de asombro; no
supe cual era su sorpresa, sólo caminé embelesada por el paisaje que me ofrecía
esa hermosa terraza, me acerqué al barandal más cercano y contemplé aquella
arboleda entre una espesa neblina, el aire fresco golpeaba mi cara entumecida
por el calor que me producía la embriagante bebida, mi éxtasis llegó al máximo
cuando la bebida causó en mi, los primeros estragos.
Volteé a todos lados por el griterío, veía como iban y venían con caras aterrori
zadas por algo que sucedía; mi visibilidad era casi nula, algo sucedía en mi
mente.
Veía como se atropellaban unos a otros y huían de algo.Cuando por fin pude volver
mi cabeza al punto de origen donde ellos miraban con terror; pude ver una
inmensa ola que estaba a punto de caer sobre mi endeble humanidad.
Mi cuerpo se tornó frágil y sentí como fue arrastrado y golpeado contra los
fuertes muros de la antigua fortaleza que protegía la ciudad de los embates de
la naturaleza.
Fui tragada por las olas, mi cuerpo estaba sumergido en el inmenso mar.....
Esta historia continuará................
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