A tan corta edad uno debe tener por lo menos dos buenos amigos
y pues si, si los tengo. De hecho tengo muchos buenos amigos
pero los más últimos se han ido poco a poco, sin embargo debo
reconocer que un día sin más ni más ahí estuvieron. Por azahares
del destino nuestros caminos se unieron y compartimos muchas
cosas. Por medio del estudio fuimos acrecentando esa amistad
y un buen día el tiempo se nos escurrió de las manos; y aún cuando
sé que ya no los volveré a ver como antes, serán los mejores que tuve
en esa dura etapa de mi vida....
Eso si, llegamos a tener muy buenas anécdotas, tan buenas que algunas
serán dignas de recordarse y otras dignas de olvidarse, pero
siempre estarán ahí, al pie del cañón.
Sólo que.....
en vez de preguntar qué se necesita?,
me gustaría escuchar:
¡Hola cómo has estado?,
Me da tanto gusto escucharte!!
Sin embargo la vida sigue, los rumbos cambian y las personas
también, así como los intereses y las afinidades con las personas.
Lo único que sé, es que puedo considerar como amigo a alguien que
estuvo cuando le necesité, cuando necesité su sonrisa, su amabilidad,
su comprensión y cariño, sus razonamientos, sus alegrías y
tristezas, sus triunfos y fracasos, sus enojos y sus preocupaciones,
su convivencia, su ternura, pero sobre todo su amor.
Creo que no se puede considerar a alguien AMIGO si no se le quiere
si no se siente algo por él y yo lo sentí, en diversas intensidades
pero ahí estuvo.
Espero que esa amistad perdure por mucho tiempo, y que cuando nos
volvamos a ver estemos listos para darnos un mega abrazo.
No oigo......................... 
no hablo...................................................
