A lo largo de mi vida laboral han sido pocas las veces que me he visto en la necesidad de pedir trabajo, de esas pocas veces he corrido con la fortuna de obtenerlo rápido y mantenerme en él por mucho tiempo, sin embargo las cosas cambian cuando decido buscar el rumbo de mi vida, cuando decido hacer un replanteo de lo que me gusta y no me gusta hacer, de con quién quiero estar y de con quién no.
De dónde estará ubicado el lugar que será mi segunda casa (por que es en lo que se convierte el trabajo) y qué comodidades tiene para mi y sobre todo cómo son las personas con las que llevaré una real convivencia.
Pues a todo esto, lo encuentro; el trabajo ideal para mi en tiempos, prestaciones, gente, en fin. Mis jefes son adorables, me ayudan a crecer y todo se convierte en un mundo color de rosa..... Y así pasan las horas, días, semanas, meses y por tres largos años... mi vida es genial, jamás vuelvo a pensar en qué será de mi si no tuviera esa bella oportunidad de desenvolverme; sólo por un pequeño detalle que se rumora en los pasillos iluminados y bien pintados de las oficinas generales de las cuales dependo, un rumor que en ocasiones hace temblar todo mi cuerpo, pero no!,no presto atención a esas palabras y soy feliz. En sí, llega el día en que se hacen realidad esos rumores, yo no estoy en casa, no sé nada al respecto todos se alistan, y las noticias llegan a mi un poco tarde, aquellos rumores son ciertos y empieza una lucha de poder, pero con desventajas sin igual, los de abajo aunque son muchos carecen de información, los del medio tienen todo para ganar una batalla con los altos mandos sin embargo carecen del raciocinio, discernimiento intelectual necesario para ejercer la presión suficiente y obtener el preciado tesoro...
El tiempo carcome toda esperanza en cada uno de los afectados directos, los cuerpos comienzan a mostrar flaqueza, la desesperación hace presa de todo aquel que escucha con atención las noticias.
Por qué mantenerlos al borde del colapso?, sólo los altos mandos saben el destino a seguir...Los de abajo sufren insomnio, la angustia presente en sus rostros hace estragos junto con el hambre que muestran sus costillas enfatizadas al costado de su abdomen sumido por la depresión.
Y ellos? ellos están bien, comen a sus horas, gozan con las travesuras de sus risueños hijos, sus problemas se enfocan en otras direcciones, y los del medio con la premura de buscar nuevas soluciones y dar más para aquellos que ya estan fuera desde el inicio, solo por no cumplir con un maldito perfil....
Los días pasan, el ánimo sucumbe ante la presión, los de abajo comienzan a ser llamados, uno a uno en el mayor y sepulcral silencio, solo ellos lo saben porque ni siquiera los dejan verse frente a frente para comentarlo con otro paria, sus rostros entran y salen por las oficinas empapadas en llanto y desesperación extrema, qué dirán en sus hogares? que el sueño se ha ido por no tener estudio?, la oportunidad voló a mejores cielos (los cielos de los altos mandos).
Una insignificante paga que en ningún momento compensará toda la angustia sufrida en unos cuantos días, esa paga no solucionará la cura de la enfermedad del hijo consumido en los días que no hubo trabajo.
Y los altos mandos? Sólo piensan en.......en qué piensan?
Comerán tranquilos a sabiendas que no dejaron solo a unos cientos de gente sin comer sino a familias enteras?
El desempleo nos alcanzó, si yo estuviera en el otro bando creo a ciencia cierta que estas palabras estarían en formato de protesta de una dura y fuerte protesta en contra de aquellos en quien recae todo el peso de este suceso.
AFORTUNADAMENTE sigo en pie, y qué de aquellos que cesarán sus vidas en todos los aspectos y que la medio seguirán con lo que puedan sacar al día?
No lo sé, sólo el tiempo lo dirá............