Hace poco me tocó convivir con personas de diferente lugar de donde yo vivo.
En el camino para conocerlas, iba pensando qué tanto aportarían esas personas a mi vida?Realmente pensé que no mucho!Y vaya que el subestimar a las personas es un vicio que se me ha vuelto en los últimos años de mi existencia. Al verlos, estaban contentos por mi llegada, aunque no me conocían,(al menos eso creía yo) después fui hablándoles poco a poco hasta que logré platicar más acerca de lo que hacían.
Fue algo ameno, se sumaron a la conversación parientes y amigos y de un dos por tres ya éramos bastantes.Grande fue mi sorpresa que ellos hacía un año habían estado en mi casa y yo no los reconocí, cielos! que verguenza!Con razón su alegría de verme recién llegué.
De ahí en adelante entablamos una verdadera amistad, me llevaron a un estanque de agua de manantial, ahí me aventaron con todo y ropa, me la pasé genial, al calor del agua tan rica conviví con ellos como hacía mucho no lo hacía. Me hicieron sentir niña, jugué con ellos a los clavados, chapoteé el agua a más no poder y sin querer llegó el momento de perderle el miedo al agua y me solté a nadar, si!! a nadar!
Fue algo sorprendente!
Cómo unas personas que no tenían nada que ver conmigo me infundieron tal confianza para hacerlo?Pues ellas lo lograron!Todo el rato se nos fue en risas, bromas, juegos de agua, competencias de nado, en fin!! Fue algo fenomenal, me relajé tanto en esos momentos que salimos del agua a las nueve y media de la noche y eso porque nos mandaron llamar!
Al día siguiente, volvimos a ir al manantial y volvimos a gozar, ya éramos menos, pero nos la pasamos igual de agradable, ahora con más confianza en el agua.
MMMhh!!Saben!
Me encontré a mi misma, pero lo más importante que me encontré con unos amigos que me hicieron vivir tranquilamente esos días, que aportaron a mi vida el viejo sentido de vivir la vida al máximo.
Ahí me olvidé de mis temores, de mis miedos, de las diferencias de edad, de mis problemas económicos, de mis problemas sentimentales, de mis enfermedades (jajajjaja) y sobretodo conseguí unos amigos que sé, me extrañan como yo a ellos. Ellos se entregaron a mi y yo a ellos, hubo una verdadera comunión.
Hicimos un trato: que nos volveríamos a ver para Diciembre.
Espero se cumpla!
Por lo pronto aquí se los presento:
En el camino para conocerlas, iba pensando qué tanto aportarían esas personas a mi vida?Realmente pensé que no mucho!Y vaya que el subestimar a las personas es un vicio que se me ha vuelto en los últimos años de mi existencia. Al verlos, estaban contentos por mi llegada, aunque no me conocían,(al menos eso creía yo) después fui hablándoles poco a poco hasta que logré platicar más acerca de lo que hacían.
Fue algo ameno, se sumaron a la conversación parientes y amigos y de un dos por tres ya éramos bastantes.Grande fue mi sorpresa que ellos hacía un año habían estado en mi casa y yo no los reconocí, cielos! que verguenza!Con razón su alegría de verme recién llegué.
De ahí en adelante entablamos una verdadera amistad, me llevaron a un estanque de agua de manantial, ahí me aventaron con todo y ropa, me la pasé genial, al calor del agua tan rica conviví con ellos como hacía mucho no lo hacía. Me hicieron sentir niña, jugué con ellos a los clavados, chapoteé el agua a más no poder y sin querer llegó el momento de perderle el miedo al agua y me solté a nadar, si!! a nadar!
Fue algo sorprendente!
Cómo unas personas que no tenían nada que ver conmigo me infundieron tal confianza para hacerlo?Pues ellas lo lograron!Todo el rato se nos fue en risas, bromas, juegos de agua, competencias de nado, en fin!! Fue algo fenomenal, me relajé tanto en esos momentos que salimos del agua a las nueve y media de la noche y eso porque nos mandaron llamar!
Al día siguiente, volvimos a ir al manantial y volvimos a gozar, ya éramos menos, pero nos la pasamos igual de agradable, ahora con más confianza en el agua.
MMMhh!!Saben!
Me encontré a mi misma, pero lo más importante que me encontré con unos amigos que me hicieron vivir tranquilamente esos días, que aportaron a mi vida el viejo sentido de vivir la vida al máximo.
Ahí me olvidé de mis temores, de mis miedos, de las diferencias de edad, de mis problemas económicos, de mis problemas sentimentales, de mis enfermedades (jajajjaja) y sobretodo conseguí unos amigos que sé, me extrañan como yo a ellos. Ellos se entregaron a mi y yo a ellos, hubo una verdadera comunión.
Hicimos un trato: que nos volveríamos a ver para Diciembre.
Espero se cumpla!
Por lo pronto aquí se los presento: